domingo, enero 20, 2013

LA DIVINA PASTORA


Hoy escribo todavía conmovido por lo que presencié el pasado lunes 14 de enero cuyas imágenes  y crónica comparto hoy con ustedes. No es sencillo describir las emociones despertadas al paso de tres millones de personas, que desfilaron, bajo un sol inclemente, siete kilómetros y medio en procesión por las calles y avenidas de Barquisimeto, en impresionante manifestación de fe.
Hablo de la ya secular procesión en homenaje a La Divina Pastora, que este año se llevó a cabo por 157 vez, que se realiza en el occidente de Venezuela, en la ya citada urbe larense, 270 kilómetros al oeste de la capital venezolana. Esta celebración religiosa se considera la tercera concentración mariana más grande del mundo, sólo superada por las de la Virgen de Guadalupe, en México, y la Virgen de Fátima, en Portugal, primera y segunda respectivamente.
A la salida de su templo los devotos lanzaban miles de papeles con sus rogativas. En uno de ellos que quedó en el piso pude leer: Te quiero mucho mi virgenzita bella y te pido en toda mi fe.
Creo necesario explicarles que la devoción a La Divina Pastora procede de Sevilla, España, donde el capuchino Isidoro de Sevilla, la recibió como revelación en sus sueños. Asegura que dicha imagen él la describió de manera detallada a Alonso Miguel de Tovar, quien realizó un cuadro con la imagen de la virgen con sombrero pastoril, cubierta por un manto azul, sosteniendo en su mano izquierda al niño y apoyando la derecha sobre un cordero, y fue bautizada como Divina Pastora de las Almas.
En otro párrafo de la petición antes citada decía: Te pido q me ayude a Pazar esta etapa zabe q es una etapa muy dura..! Que me de muxaz fuerzaz y entendimiento.
Pasado un tiempo de haber pintado su obra Miguel de Tovar, fue el turno para el escultor Francisco Ruiz Gijón, quien la esculpió en tamaño natural, y se sabe que comenzando el siglo XVIII, en 1705, tuvo lugar la primera procesión de la efigie en España.
 
En Venezuela el comienzo de su veneración se puede rastrear hasta el siglo XVIII, año 1736 para ser preciso, cuando el párroco de Santa Rosa, en aquel entonces una población independiente de Barquisimeto, fundada en 1673 por una familia de indios Cayones, encargó al propio Francisco Ruiz Gijón que le realizara una talla de la Inmaculada Concepción.
 
Las crónicas narran que pasado cierto tiempo llegó a dicha población una imagen de La Divina Pastora. Al apenas descubrir el error, el clérigo comenzó las labores para su devolución y luego de embalarla de nuevo, aseguran que se puso tan pesada que no hubo maneras de levantar el cajón donde la habían colocado.  Afirman que fue así como nació la devoción entre los parroquianos, quienes interpretaron esto como una señal celeste para que La Divina Pastora se quedare entre ellos.
Los parroquianos de hoy escriben a ella: Te pido x ezoz niñoz huerfanos y x todoz los humano q necesitan de ti!
Años más tarde, en 1812, un feroz terremoto asoló a Venezuela y el templo donde se reverenciaba a la representación mariana fue destruido, pero al quedar intacta su imagen; se reforzó entre la feligresía de Santa Rosa de que la Virgen quería quedarse siempre entre ellos para protegerlos.
 
Tiempo después, a mediados del mismo siglo XIX se terminó de consolidar la devoción y comenzó a configurarse el masivo fenómeno de fe que este pasado lunes se manifestó nuevamente por las calles de esta población, hoy en día ya integrada urbanamente a la ciudad de Barquisimeto. Y les cuento lo que pasó en aquella ocasión.
 
En 1855 se desató en Venezuela una epidemia de cólera que diezmó el país. Se asegura que en la zona de Barquisimeto la peste se cebó de manera cruenta. Fue así como un grupo de vecinos, desesperados ante la ferocidad de la enfermedad decidieron sacar en procesión por las calles de Barquisimeto la imagen de La Divina Pastora solicitando su misericordia. Afirman que el sacerdote Macario Yepez, quien era párroco de la Iglesia la Concepción, y aquejado por el mal imploró a la virgen ser la víctima final en la zona.  La tradición oral testimonia que en efecto el deseo del hombre de la iglesia se cumplió, ya que ese día falleció y a partir de ese mismo día, cesó la epidemia.
 
En conmemoración de esos hechos es por lo que cada año, un mar de creyentes, que crece cada vez más, quienes acuden de todas partes de Venezuela y del extranjero, desborda las calles de Santa Rosa. Este año se estimó la cifra de asistentes alrededor de tres millones de personas; las cuales recorrieron en procesión la distancia que separa el templo de Santa Rosa de la catedral de Barquisimeto.
 
Antes de iniciarse la procesión Monseñor Antonio López Castillo, arzobispo de Barquisimeto, presidió la eucaristía en compañía del arzobispo de Calabozo, monseñor Manuel Díaz, así como de monseñor Trino Valera, de la arquidiócesis de Guanare.
 
Monseñor López en su homilía hizo un llamado contra la violencia y dijo a los feligreses: “Ante la imagen venerable de la Divina Pastora les manifiesto que me preocupa tanta violencia, tanto crimen. Matar no es querido por Dios. El homicidio es pecado, el suicidio es pecado, hermanas y hermanos, la vida es sagrada, respetemos las vida; la violencia nos destruye, procuremos vivir en fraternidad”.
 
No puedo obviar a esta altura los momentos de tensión vividos durante el oficio religioso cuando, momentos antes del ofertorio, el general Freddy Hernández Parababí, jefe de la 14 Brigada de Infantería, y del jefe del Comando Rgeional 4 de la Guardia Nacional, general Octavio Chacón, subieron a la tarima donde se efectuaba la misa, para “halarle las orejas a los curas” (según palabras del propio Parababí), por no haber saludado a las autoridades nacionales, ni haber pedido por la recuperación del presidente Chávez.

           Superado el desplante militar, los oficios religiosos se desarrollaron con normalidad para luego hacer el mencionado recorrido. 
 
La procesión de la venerada imagen, bajo una férrea escolta militar, severamente criticada por los asistentes ya que impidieron en todo momento que los devotos se le acercaran a menos de dos metros, tomó siete horas con una temperatura por encima de los 30 grados centígrados. 
 
A lo largo de la ruta se escucharon numerosos testimonios de hechos milagrosos atribuidos a La Divina Pastora, como la proclaman sus seguidores, quienes acudieron a pagar diversas promesas por los favores concedidos. 
 
Cumpliendo con la más rancia tradición de atención al peregrino, una incontable cantidad de instituciones y personas repartieron gratuitamente agua, naranjas y mandarinas para calmar la sed de los viandantes. También hubo quienes entregaron comestibles a los asistentes.
Les debo confiar que he preferido en esta oportunidad tratar de contarles los hechos en frío para que la emoción que todavía persiste de mi experiencia no me haga desbarrar.  Pero sólo asistiendo allí es que se puede entender en su real dimensión la arrolladora presencia del candor que da la fe ciega. Tal vez en ello está su fortaleza, y permite mirar –¿o sentir?– más allá del mero fenómeno social. 
 
No puedo, ni quiero, ocultar mi conmoción ante semejante océano de gente que me arrastró en sus prédicas, espero el año que viene poder estar pagándole a ella el favor que le solicité… Tal vez la carta anónima que cité varias líneas atrás sea más generosa en sus ruegos y ojalá se le conceda. Aquí la conservo en mi mesa de trabajo con profundo  respeto por su pureza: Y te pido q yo no engorde tanto! Bueno pero lo maz importante ez lo que te pedi antes. Te lo pido de todo mi corazón!

© Alfredo Cedeño



14 comentarios:

Anónimo dijo...

El artículo te quedo excelente.
Salve Divina Pastora!!!

Carlos Miguel Tobía

Unknown dijo...

Gracias por compartir ese momento vivido, expresado en tus letras e imagenes de tu Fe y de tu amor hacia nuestra amada Virgen Maria.
Divina Pastora siempre en nuestros corazones y en nuestra Fe!!!

Magda

Maria A. Mónaco dijo...

Bien lo has definido, se ve un "océano de gente". No conocia esta devoción en Venezuela, acá suele ser bastante multitudinaria la peregrinacion a la Virgen de Luján. Increibles las fotos y te agradezco que hayas compartido estas vivencias, sin duda únicas, del sentir religioso y la cultura de tu gente. un gran abrazo
Maria

Anónimo dijo...

HOLA ALFREDO.... ESPECTACULARES FOTOS, COMO SIEMPRE.... Y TUS COMENTARIOS MUY BUENOS.... GRACIAS X COMPARTILOS CONMIGOS.... ESPERO Y SE QUE ASI SERA... QUE EL PROXIMO AÑO ESTARE EN LAS FIESTAS DE LA DIVINA PASTORA... FELIZ TARDE DE ESTE BELLO DIA DOMINGO....

Miriam Coromoto

Anónimo dijo...

para mí hermosa descripción, de la experiencia que viviste en la procesión de la Divina Pastora, las fotos ratifican el río de gente que la acompaño, solo espero que aquello que pediste sea escuchado y concedido por la virgen, de hecho si puede ver o leer lo que hiciste estoy segura que no dudara en concedértelo.

Horysa

Unknown dijo...

Sencillamente especial este material. Como siempre maravilloso e impecable amigo Alfredo.
Irma Gomez Parraga.

Anónimo dijo...

Hola Alfredo.
Me encanta tu trabajo bellas imagenes.
Feliz Tarde e inicio de semana

María M

Unknown dijo...

Amigo,

Con lágrimas de emoción te agradezco que compartas tan maravillosa información. Estando en destierro tan lejos de mi lar, viendo tanta calamidad y barbarie en esa tierra maravillosa, mi corazón se regocija al ver como nuestra Madre une a todos los venezolanos en una sola fe. Ojala y su poder divino nos ayude a salir de la oscuridad para comenzar una era de luz y de progreso sustentado por la magia del amor. Un beso enorme......

Anónimo dijo...

Estaba leyendo tu trabajo y realmente considero que es impecable. La recopilación de información nutre en conocimientos y logras transmitir el fervor del momento con una pasión admirable, las fotografías ilustran el evento captando rostros y momentos con mucha precisión. Gracias por compartir tu hermoso y valioso documento.

Dulce Ortega

Anónimo dijo...

solo puedo decir que te quedo HERMOSO!

Yngrid Urdaneta

Anónimo dijo...

Siempre mas, siempre mejor! como dice uno de mis hijos. Maestro es muy emotivo lo que se siente al leer este articulo, lo que ud transmite en cada párrafo,en cada foto, en cada palabra... es sentido, es hermoso. NO HAY OTRA COSA QUE DECIR QUE GRACIAS!!...


Zafira

Amaia Villa dijo...

Me ha encantado esta crónica Alfredo. Resulta conmovedora, impactante. No conocía esta tradición pero me la has acercado de una manera queme ha hecho llegar toda esa devoción y candor. Has tejido maravillosamente el texto con historia, hechos, leyenda, y esos papelitos de peticiones escritos con el corazón queme han conmovido. Espero que me cuentes el año que viene que se cumplió tu pedido. No puedo por menos que felicitarte por este maravilloso texto.

Un abrazo

Amaia Villa dijo...

Me han gustado mucho también las fotos.

zulma dijo...

Si realmente es algo que hay que vivir , no se siente lo mismo que te lo cuenten tienes que vivirlo,sentir esa energia que corre entre la gente.

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