martes, julio 12, 2011
BABEL DEL CARIBE
Un centinela alertó la llegada del desmadre
y colgó en su garita una manta de techos rotos.
Una moza de buen ver se dedicó a mal proceder
y los feligreses le dieron felices su absolución.
Un revuelo de faldas y sotanas espantó las olas
y tres alcatraces borrachos sacudieron el mar.
Una beata sin trasnocho escondió sus culpas
y los novenarios ajenos se hicieron propios.
Un filibustero arremetió el país sin pertrechos
y de los callejones volaban benditas maldiciones.
Una puñalada repicó entre blancas costillas
y obligó a que repicaran tristes las campanas.
Un labriego plantó su desdén en la montaña
y colocó la primera piedra para alzar esta ciudad…
© Alfredo Cedeño
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1 comentario:
No sabía que te dedicaras a la porsía. Me parece buena. Sigue. Rodolfo Rico
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