Centenares de hombres, disfrazados de mil maneras,
celebraron el Día de los Inocentes en Sanare, estado Lara, a unos 315 kilómetros al
occidente de Caracas. Salieron a pagar su promesa, son sólo los hombres quienes
pueden hacerlo, las mujeres de ninguna manera. Ropajes repletos de cascabeles
que despertaron al pueblo desde las dos de la madrugada que empezaron a congregarse en la calle Concepción, donde
vive la capitana María Valeria, quien desde hace 50 años ocupa ese rol de organizadora.
Bernabé Alvarado, capitán mayor de La
Zaragoza de Sanare,
asegura que el nombre proviene de la esposa de Herodes, quien al ver la masacre
de los santos inocentes, exclamaba feliz, y los centuriones la coreaban “Ay
Sara goza!” Hay otros quienes afirman
que el nombre le viene de la hispana Zaragoza, y es así como se debe escribir,
sin embargo en la ciudad española no tienen conocimiento de ninguna fiesta por
el estilo ni ahora ni nunca.
Varios años atrás me explicó José Nemesio
Godoy, estudioso del folklore larense –y además sanareño- que dicha tradición
es de origen indígena. El siglo pasado en el caserío “El Volcán”, cerca de
Sanare, sus habitantes acostumbraban, en determinadas fechas del año, elaborar
unos disfraces tejidos con hojas de maíz, bejucos, musgos y otras fibras
vegetales, y salían a bailar por las calles del pueblo. La danza era acompañada con tambores, flautas
y charrascas de macanilla –una variedad de palma (Bactris sp.)–. Solían bajar hasta Sanare, pero sin entrar al
pueblo, y duraban en su jolgorio hasta tres días, donde hoy es el estadio del
pueblo.
En 1916, Pedro María Pizá es nombrado párroco de
Sanare y comienza a extender su labor evangelizadora por los caseríos vecinos a
la población. Un día llegó a “El Volcán”
y los lugareños ejecutaron esas danzas en su honor. Pizá, gratamente
impresionado, decide llevarla al pueblo y encarga a un grupo de acólitos a tal
fin. Lo cierto es que el cura consagró a tales efectos el día de los Santos
Inocentes. Y es allí, aseveraba Godoy, donde nace esta tradición tal y como la conocemos
hoy.
Debo decir en este punto, que el mentado clérigo no
hizo más que repetir lo que ha sido una constante en la historia de mi querida
iglesia católica. Sé que varios de
ustedes están pensando que ya llevaba muchas líneas sin estarme poniendo a
jorungarle las pulgas o los trapos sucios a cualquiera. Pero no es el caso, me
remito a los hechos.
Cada 21 de diciembre es el solsticio de invierno, digamos que es el
momento en el cual el sol empieza a vencer a la oscuridad. Hasta ese día, los
días son más cortos y las noches más largas; es decir, predomina la noche,
asociada con la muerte. Es por ello que
encontramos que en todas las culturas de la antigüedad celebraban en estas
fechas grandes fiestas en honor del sol: celebraban la vida. Festejaban que el
sol nuevamente venciera a la noche… por ello es que eran honrados los
emperadores, a quienes consideraban hijos del sol.
Entremos en
autos de por qué comenté de nuestra institución religiosa lo que dije. Los
cristianos, a partir del siglo IV y V, cambiaron el sentido de las fiestas
paganas en honor del sol, y empezaron a celebrar la Navidad el 25 de
diciembre, que era el momento culminante de dichas celebraciones, porque –según
ellos– “el verdadero Sol que vence la oscuridad del pecado y de la muerte es
Jesucristo.”
Si revisamos
Por todo esto es que les dije varios párrafos atrás que el cura Pizá lo que hizo fue replicar un modelo ya aplicado con éxito a lo largo de los siglos.
Volviendo al motivo del presente trabajo, les cuento que anteayer, el pasado viernes 28 los saragozas –o zaragozas– esperaron en la casa de María Valeria hasta las seis de la mañana, cuando llegaron los músicos y comenzaron a ejecutar sus instrumentos: cuatros, cincos, maracas y tambora.
Años atrás acudí allá y Juan Ibáñez a las siete de
la mañana comenzó a celebrar la misa en la capilla de Los Santos Inocentes en “La Loma ”. Su voz lapidaria e
imponente dijo: “Son modernos Herodes los que acaparan la leche y dejan morir
de hambre a nuestros niños, Herodes modernos que han creado a Recadi y
políticos corruptos que impiden que nuestros niños vayan a la escuela, que
tengas zapatos, vestidos y comida”.
Este año la primera misa fue en la iglesia San
Isidro en la parte baja del pueblo. Al terminar el oficio religioso, los saragozas levantaron un “chaparro”
de membrillo sobre sus cabezas en señal de que estaban disponibles para bailar
con todos aquellos que querían pagar “promesas”.
Luego marcharon en procesión hasta la Concha Acústica ,
donde continuaron danzando hasta que las campanadas de la iglesia Santa Ana,
convocaron a la misa central que este año estuvo a cargo de Luis del Monte,
quien en su homilía se preguntó qué tanto hemos crecido desde que el Rey
Herodes ordenó la matanza de miles de niños. “La soberbia de Herodes acabó con
la vida de muchos inocentes, esto se entiende como el antes, ahora, en 2012,
cuántos niños mueren a causa del aborto y el maltrato infantil”.
Ya es
tradicional en estas misas que los representantes eclesiásticos fustiguen sin
contemplaciones a las autoridades. Recuerdo años atrás haber asistido a otra de
esas misas en aquel entonces a cargo de Enrique Suárez, quien dijo en su
homilía: “hay que romper con la cultura que nos han impuesto para dominarnos. Alejémonos
del oro y de la codicia, y raptemos al niño y escapemos de esta sociedad, que
lo que quiere es matar al niño que todos llevamos por dentro”.
Este viernes
28 de diciembre de 2012 la tradición se manifestó una vez más con el vigor que
sólo otorgan los corazones limpios de quienes labran las tradiciones sin
esperar nada a cambio. Al término del oficio religioso, al pie del altar mayor,
rompió el canto y el baile. Los niños fueron cargados en los brazos de los
promesantes y bailados sin parar.
Al ir saliendo de
Sanare, escuché un grupo de saragozas
que con entusiasmo coreaban una hermosa conjura que, ¡ojalá!, pueda detener a los modernos Herodes:
“Dicen que los
sanareños
¡Ay Saragoza!
pasan la vida
fiesteando
¡Ay Saragoza!
Yo digo que es
mentira,
¡Ay Saragoza!
Yo la paso es
trabajando”
© Alfredo Cedeño
4 comentarios:
Me impresionó lo de "modernos Herodes"
Eres genial! Todos los domingos aprendo algo nuevo y de una manera tan bonita y con fotos espectaculares!!! Gracias!
Marian
que buen escrito y fotos impresionantes y bellas de ese día de los inocentes.... si tiene razón el que dijo la homilía,,, siguen matando inocentes en cada país los políticos... y sobre todo en este país Venezuela... feliz 2013 Alfredo, dios te bendiga y sigue haciendo lo que sabes hacer... tomando bellas fotos y describiendo cada una.... felicitaciones...
Salud, Alfredo,......Excelente forma de terminar el año,.....a todo v alor, y con un tema muy interesante,.....Muy buenas la fotos,.....Que en el 2013 los hados te sean propicios,....tu me entiendes,...Un fuerte abrazo . ELCRUZADO
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