Venezuela, tal
parece, es el territorio de los imposibles, tanto buenos como malos. En nuestro
país pueden ocurrir los episodios más sublimes, pero también los más sórdidos.
Podemos presumir de un Aquiles Nazoa capaz de encontrar en El Silencio una
patrulla llena de niños presos, abrirles la puerta y hacerlos huir en estampida
para luego meterse en ella a esperar allí sentado el retorno de los policías. Pero también podemos avergonzarnos de haber
llegado al punto en que la tumba del maestro Rómulo Gallegos sea profanada y
que el hecho quede impune.
En un escenario
donde lo canallesco se muestra al lado de lo excelso cualquier cosa se puede
esperar, pero no por ello estamos curados enteramente contra tales bamboleos.
Es así como nos inflamos al oír a Seann Pen recitar los versos de Eugenio
Montejo en la cinta 21 gramos:
La tierra giró para acercarnos
giró sobre sí misma y en
nosotros,
hasta juntarnos por fin en este
sueño…
Pero también nos sacudimos casi convulsos al enterarnos en nota
firmada por el periodista Emili Blasco que nos informa de una reciente reunión
en Margarita entre el “honorable”, y también destituido, magistrado de la
Audiencia Nacional española Baltasar Garzón; con el no menos “insigne” general
y diputado Hugo Armando Carvajal, hombre fuerte de las trapisondas de la mal
llamada inteligencia venezolana.
¿A cuenta de qué estos
dos señores se reúnen a la chita callando en Margarita? Explica Blasco que la eminencia ibérica está
dedicada a elaborar un informe “para cuestionar la validez de los
procedimientos utilizados por EE.UU. y que puede ser usado en la defensa de
varios imputados, como los sobrinos de Maduro que se encuentran presos en Nueva
York”. Por lo visto, tal como en su
momento escribiera Quevedo:
Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
anda continuo amarillo.
(…)
Poderoso caballero
es don Dinero.
El mencionado hombre
de leyes saltó a la fama el 10 de octubre de 1998 cuando dictó en España una
orden de detención contra el dictador chileno Augusto Pinochet, quien se
encontraba en Londres desde el 21 de septiembre de ese año donde había acudido
para operarse de una hernia discal lumbar.
Garzón no solo le dictó esa medida sino que una semana después de su
detención emitió una orden de embargo de sus posibles cuentas bancarias en
Suiza, Luxemburgo y otros países; pero sin meterse con un centenar de cuentas
secretas millonarias en Estados Unidos. Por supuesto a partir de ese momento el
jurista andaluz se convirtió en personaje de culto para los devotos de las
leyes.
Don Baltasar
comenzó a desfilar por todas las pasarelas imaginables del mundo entero y más
que juez parecía una estrella que ni Freddy Mercury en sus buenos tiempos. Tiempo
después Los Angeles Times en una semblanza sobre él habla de su ingreso en la historia
“con un golpe de bolígrafo” y aseguraba que personificaba la España moderna: “impetuosa,
con estilo, amante de la diversión y frenética”. Es el mismo que en junio del 2007
visitó Venezuela como invitado especial del 37° Congreso Anual de la Confederación
Venezolana de Industriales –CONINDUSTRIA– y en el hotel Eurobuilding le
escuché preguntar: “¿Cuántos ciudadanos venezolanos habrían votado por la
desaparición de Radio Caracas Televisión?”, para luego afirmar: “Cerrar un
medio de comunicación no es el mejor sistema para garantizar la libertad de
expresión”. Ello le valió no pocos
reproches de la pléyade roja. El entonces canciller venezolano, hoy bigotudo
bailarín, Nicolás Maduro, lo calificó de “triste y cobarde”. En aquellos días era vicepresidente de la
república el por lo visto inefable Jorge Rodríguez quien lo despachó con el epíteto
de payaso y pagado “para decir lo que quiere oír la oligarquía venezolana”. Eran días en que el Tribunal Supremo de
Justicia lo presidía Luisa Estela Morales, quien no se quedó corta tampoco y
dijo que Garzón “vino como un mercenario a parcializarse con una posición que
no le estaba dada”. La jurisconsulta cerró afirmando con herido orgullo: “Venezuela
no acepta, y su Poder Judicial menos, un neocolonialismo que venga a usurpar lo
que es la competencia y la jurisdicción de nuestro país”.
Su eminencia
Garzón siguió dando vueltas por el mundo y por lo visto cobrando unos jornales nada
despreciables. Es así como a comienzos de este año 2016 se supo que él había
sido “coordinador en asesoramiento internacional en derechos humanos” en la Secretaría
de Derechos Humanos de Argentina cuando fue designado por la presidenta
Cristina Fernández. Fueron 96.368 pesos (6.500 euros) que se le pagaron cada
mes al impoluto hombre de leyes. El cargo lo ocupó desde diciembre de 2012, año
que fue condenado en su país natal a 11 años de inhabilitación como juez por
prevaricación al investigar el caso Gürtel.
¿Y de este lado
acá quién fue su interlocutor? El ahora
diputado y muy detestado en las filas castrenses “El Pollo” Carvajal, quien egresó
de la Academia Militar Venezolana en 1981 como parte de la promoción Teniente
Pedro Camejo. Un comentario oído en varias
ocasiones por los pasillos militares es: “Siempre fue brutooooo, nunca estuvo
entre los primeros, pero participó en el golpe con Chávez”. Los hechos parecen
refrendar la frase pues ocupó el puesto 59 en medio de 73 oficiales. Entre sus
compañeros de promoción estuvieron de primero Ronald Blanco La Cruz, luego gobernador
del estado Táchira, en segundo lugar Edgar Hernández Behrens, quien luego
presidió el antro de mil vagabunderías que fue la Comisión de Administración de
Divisas –CADIVI–, de quinto el ahora opositor Carlos Guyón Celis, de octavo
estuvo José Fernando Blondet Serfaty, quien murió en un accidente aéreo en El
Junquito cuando venía desde Puerto Ayacucho donde fungía como jefe de
guarnición de Amazonas.
Lo cierto es que
este señor, nacido en Viento Fresco, estado Monagas, pese a sus aparentes limitaciones
se convirtió en el hombre fuerte del stablishment rojo rojito. Todos coinciden en describirlo como un hombre
de extremado bajo perfil, acostumbrado a “joder sin que nadie lo vea”, él es
quien decide los ascensos y cargos de importancia de los militares, y si algún oficial
cae en desgracia con él lo humilla hasta límites inimaginables y la única
manera de que pueda salvar su carrera es arrodillándose y pidiéndole perdón, es
quien da el visto bueno a todo paso de avance en el mundo verde.
Sus maneras poco
convencionales han estado vinculadas a episodios poco claros que han ocurrido
en estos años de administración “revolucionaria”. Uno de ellos fue la llamada “Masacre
de Kennedy”, ocurrida en Las Adjuntas, al suroeste de Caracas, el 27 de
noviembre de 2005, cuando los estudiantes de la Universidad Santa María Leonardo
González, Edgar Quintero y Erick Montenegro, fueron asesinados a pesar de
gritar que eran estudiantes. Lo mismo se
puede decir de la poco clara muerte de un guardaespaldas de su hijo en San
Antonio de los Altos.
Un episodio del que
se habla en muy baja voz por los pasillos militares, y al cual lo vinculan de
manera insistente, es el del
secuestro-detención del general retirado de la GN Ramón Lozada Saavedra a quien
el 26 de noviembre 2013 una comisión de la DIM lo sacó a la fuerza de su vehículo
en Montalbán, Caracas, para aparecer días después en San Fernando de Apure. En
su momento nada se dijo de este caso y ahora se sabe que en efecto había sido entregado
a las FARC y fue la posición firme del actual ministro de la defensa Padrino López
quien exigió su aparición o convocaría a una rueda de prensa lo que hizo que el
oficial apareciera en las cercanías de la frontera con Colombia.
Tampoco puedo dejar
de mencionar que desde hace tiempo ha sido seguido desde Estados Unidos de
manera casi permanente. En 2008 la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del
Departamento del Tesoro actuó en su contra por “asistir materialmente las
actividades de narcotráfico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia”,
y en el 2014 lo imputaron por un envío a ese país de 5,6 toneladas de cocaína, lo
cual se tradujo en el episodio vivido a fines de julio del 2014 en la isla de Aruba
donde fue detenido y casi entregado a la DEA.
Estas pinceladas
que doy de este par de pájaros de cuentas son para resaltar la calidad de
interlocutores que se reunieron en suelo margariteño para implementar la
argumentación jurídica que debe echar por tierra las acusaciones contra los
narcosobrinos apresados en Haití.
¿Será que el desprendido señor Garzón está haciendo
estas gestiones de manera generosa y no está recibiendo un centavo por su
defensa de la observancia de las leyes?
Es posible, pero no puedo dejar de pensar en los versos finales del ya
citado poema del bachiller Quevedo:
Nace en las Indias honrado,
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España,
y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
es hermoso, aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero.
© Alfredo Cedeño
2 comentarios:
Buen día, Alfredo. Hoy tengo internet y he podido leer tu trabajo temprano. Tienes buenos archivos sobre la trayectoria de mucha gente. La de esos dos pájaros no es nada bonita. Gracias por delinearla tan bien. El régimen venezolano junta todos los malos en este bendito suelpo. Para eso sí hay dólares mientras el gentío se muere de hambre. De todos modos, hay que tener bien claro que en USA la justicia no es la venezolana actual. Un abrazo.
Alejandro Moreno
Buenos dias,excelente artículo.
Azalea Rivas
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