¿Hasta donde debo seguir volando?
Tal vez hasta que mis plumas no escriban
más soplos en los bordes de la brisa,
quizás cuando mis alas se cansen de batir
para aliviar el rubor de los crepúsculos,
a lo mejor el día que una centella me alce
sobre los vedados espacios del vértigo.
© Alfredo Cedeño
2 comentarios:
Alfredo, hoy al leerte sentí ese momento en que falta la fe y nos gana la batalla el hastío.
Como siempre nos haces sentir tus letras.
Es hermoso, muchas gracias.
Bello.
Amaia
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