Coloco un beso pequeñísimo en el borde derecho de tu ombligo -centro del mundo de mi lascivia- para luego entregarte la insolencia de mi rigidez y que vueles y me hagas aterrizar en tus fantasías.
® Alfredo Cedeño
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
Qué pozo tan étereo! tan volátil! lo lees y desaparece...pero ¿puedo volar? ¡quiero volar! Ch.
No, por favor, no olvide su rigidez que descaradamente entrega. Aunque apague la luz. Aunque la palpe, la toque, juegue a la túrgido fantaisie. No lo olvide! Ch.
Alguna vez alguien me preguntó que ave me gustaría ser, respondí -una golondrina- porque no soporto el frio del invierno. Por el hice un dibujo a la izquierda de mi ombligo, con la esperanza secreta de que él algún día la besara...la golondrina quedó solitaria y ya creo que el no la besará
4 comentarios:
Qué pozo tan étereo! tan volátil! lo lees y desaparece...pero ¿puedo volar? ¡quiero volar!
Ch.
Me gusta cuando aterrizas en mis fantasías, te hago olvidar de tu rigidez.
Luna
No, por favor, no olvide su rigidez que descaradamente entrega. Aunque apague la luz. Aunque la palpe, la toque, juegue a la túrgido fantaisie. No lo olvide!
Ch.
Alguna vez alguien me preguntó que ave me gustaría ser, respondí -una golondrina- porque no soporto el frio del invierno. Por el hice un dibujo a la izquierda de mi ombligo, con la esperanza secreta de que él algún día la besara...la golondrina quedó solitaria y ya creo que el no la besará
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