martes, mayo 08, 2012

PRÓDIGO



Yo, hijo díscolo de la orgullosa Caracas
regreso a sus calles con humildad
lastimado por un villorrio mezquino y arrogante.

Mi ciudad sonríe cómplice y bulliciosa
me aturde sin preguntar
sólo se me abre complaciente y volvemos a jugar.

© Alfredo Cedeño

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Linda fotografía Alfredo, con una ciudad así quién no va a regresar. Que bien que estás de vuelta.

Araminta Solizabet Gálvez García

Anónimo dijo...

Que bellos versos Alfredo!, la tierra de uno es como la familia, no la escojes pero te corre por las venas . Abrazos.

Soraya Villal

Anónimo dijo...

¡Alfredo, hay tanta familiaridad entre vos ella que con pocas palabras está todo dicho!

Un abrazo

Martha Alicia Lombardelli

Anónimo dijo...

Bien lo has dicho al final...
Mi querido amigo pródigo, un fuerte abrazo.
Me gustó.

Rodolfo de Jesùs Chàvez Mercado

Anónimo dijo...

Me gustó

Amaia Villa

Anónimo dijo...

Como siempre mi buen Alfredo manteniendo esa calidad literaria que te distingue. Síguenos deleitando con tu obra. Un abrazo grande para ti.

José Manuel Villagómez Cadena

Rake dijo...

Me gustó mucho, cuántos pródigos desperdigados. Rake

Anónimo dijo...

La vuelta a la ciudad, curioso, cuando la tendencia general es al revés, si bien es cierto que se trata de una vuelta, no importa el sentido. Tan atinado como siempre, Alfredo. Saludos

José Rodríguez Infante

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