Mi
muy amada Venezuela de mis tormentos es una larga y amorosa cadena de la que
espero nunca librarme. La recorro de una punta a la otra y sólo encuentro
razones para uncirme más a ella. Estos lazos de querencia, mucho mejor de lo
que yo pueda decirlo, los expresó con su proverbial sapiencia Antonio Arráiz:
aunque seas mala
madre,
estaré adherido a ti,
Venezuela,
adherido de amor
No
puedo negarles que hay días cuando afloran desencantos y razones para
emborracharse del despecho. Sin embargo, a esos días se los engulle la
inacabable sucesión de gente, sitios y hechos que nos han ido configurando
hasta ser lo que somos: una tierra de mil rincones adorables donde se puede
descubrir una sucesión ––o miles–– de razones para estar endiabladamente
orgulloso de ser hijo de ella.
Explico
a quienes nos conocen poco: Venezuela se subdivide en 23 entidades federales,
un Distrito Capital —que comprende a Caracas, nuestra capital—, y las
Dependencias Federales —conformadas por más de 311 islas, islotes y cayos. Una
de esas entidades federales mencionadas antes es el estado Aragua, y de él voy
a trazar unas breves pinceladas este domingo 3 de marzo.
El territorio de Aragua formó parte
de la Provincia
de Caracas hasta que según unos el 8 de febrero, según otros el 11 de febrero,
de 1848 cuando, por decreto del Congreso, se creó la Provincia de Aragua; la
cual estaba integrada por La
Victoria , Turmero, Maracay, Cura y San Sebastián, con La Victoria fungiendo como
capital. Ocho años más tarde le fueron incorporadas las parroquias de Cagua,
Santa Cruz y Bolívar.
Otros
ocho años más tarde se convirtió en un estado independiente, pero en 1866 la
unen a lo que ahora es Guárico y forman lo que fue el estado Guzmán Blanco. En 1879
le denominaron territorio federal y fue parte del estado Miranda. En 1899
recuperó su categoría de estado y sus linderos definitivos se establecieron
mediante protocolos firmados con los estados limítrofes: en 1909 fue con Miranda,
en 1917 con Carabobo y en 1933 con Guárico.
Ahora
bien, se asegura que el nombre de este estado es un vocablo indígena de origen
cumanagoto que se empleaba para identificar al árbol chaguaramo (Roystonea oleracea). Entre las primeras
referencias que recuerdo están los versos escritos a fines del siglo XVI por Juan
de Castellanos en su Elegías de Varones
Ilustres de Indias:
Atravesó por villas y lugares,
Y del Aragua rio vió la fuente;
Entró por la provincia de Ticares,
Pobre, feroz y belicosa gente,
Y cuyos adherentes y ajuares
El arco y flechas eran solamente;
Sirve de cama la madera dura,
Sin paja, hoja ni otra cobertura.
No
solo Castellanos habló de esta región. Puedo dar testimonio de que es larga la
lista de quienes han ido sembrando la estirpe aragüeña en el mundo de las
letras. Otro que lo hizo fue el Obispo Mariano Martí, quien dejó muchas
referencias a diversas poblaciones suyas en los documentos de su muy citada
Visita Pastoral a la Diócesis
de Caracas.
El
cura Martí cuando llega a Maracay informa: “El Marqués de Mijares, de Caracas,
es el dueño de las tierras donde está situado este pueblo de Maracay, y dio a
esta Iglesia parroquial tres cuadras para su utilidad, que son las
mejores”. También revela en otro pasaje
al hablar de la actual capital aragüeña: “Las tierras de esta Parroquia son
llanas, muy fértiles. Producen mais, yuca, plátanos, batatas, ñames, plátanos
[sic], arros, frixoles, avichuelas, caña dulce, etc., y el principal fruto es
el añil.”
En lo que respecta al añil dejará
escrito el jerarca católico: “El sitio
de este pueblo y el mismo pueblo es reputado por el mejor y por el más rico de
esta provincia por motivo de la cosecha del añil, que según me dize este Cura,
se cogen cada año quinientos Zurrones de añil, de ocho arrobas cada uno, y cada
libra de añil en tiempos de paz, computado el de primera, segunda y tercera
calidad, uno con otro, vale doze reales cada libra; pero en este tiempo de
guerra no vale más que unos diez o onse reales cada libra.”
El citado obispo que no se limitaba
a lo meramente vinculado al ámbito espiritual escribió: “El vicio predominantes
es la embriaguez y la luxuria en esta feligresía, por el mucho guarapo fuerte
que beven, compuesto de agua y papelón fermentado, y tan subido de punto, que
emborracha tanto o más que el aguardiente. En este pueblo hay dos guaraperías…”
Quiero comentar a esta altura que
cuando releo a Martí no son pocas las carcajadas que suelto ante algunas de sus
observaciones. Me ocurre, por ejemplo, cada vez que vuelvo a la ––por supuesto
debidamente subrayada y resaltada–– frase que dejó asentada al referirse al
clérigo Don Domingo Antonio Sanabria quien predica, confiesa y administra
Sacramentos, quien “por motivo de su enfermedad de flatulencia se ha venido a
vivir a este pueblo de Maracay”. ¡Es decir que a la pobre Maracay le mandaron
un cura peorro!
Sigamos. Para no abandonar al amigo Martí, quiero
reproducir su queja debidamente registrada en mayo de 1780. En ese entonces encontró como clérigo en La Victoria al canario Don
Rafael de Campos y Roxas a quien templó las orejas ya que: “Se le ha persuadido
que observe puntualmente las Rúbricas, pues decía la Missa en diez minutos.”
También escribió. “Este pueblo de La Victoria es pueblo de
indios, y este Cura es Doctrinero. Es pueblo muy antiguo y no se sabe de qué
nación sean. Ya no hablan la lengua o idioma de indios, sino el español.”
Para dejar en paz al trillado cura
ahora me voy con otro cronista que igualmente se ocupó de poblaciones de Aragua.
Ahora les escribiré sobre San Sebastián de los Reyes. De esta localidad, José
de Oviedo y Baños, en HISTORIA DE LA CONQUISTA Y POBLACIÓN DE LA PROVINCIA DE
VENEZUELA nos dice:
“Poblada la ciudad de San Juan de la Paz con tanta felicidad como
hemos dicho, dejó Sebastián Díaz para su manutención los vecinos que le parecieron
necesarios y con el resto de su gente atravesó la serranía que cae a la parte
del sur y salió al piélago inmenso de los Llanos (cuya longitud, corriendo por
más de cuatrocientas leguas, llega a confinar con las opulentas provincias del
Perú), tierras muy propias y adecuadas para criazones de ganados, por la
substancia de sus pastos y cualidades de sus aguas, como lo ha mostrado la
experiencia en los increíbles multiplicos que se logran: esta conveniencia,
sobre las muchas que ofrecía la fertilidad y hermosura de aquel país, obligó a
Sebastián Díaz a tratar de poblarse en él para gozarlas de asiento; y siendo la
determinación no repugnante al gusto de los soldados, que aficionados al terreno
solicitaban lo propio, con aprobación de todos fundó el año de ochenta y cuatro
la ciudad de San Sebastián de los Reyes, cuyos primeros Regidores fueron
Bartolomé Sánchez, Frutos Díaz, Gaspar Fernández y Mateo de Laya; escribano de
cabildo, Cristóbal Suárez; y sus primeros Alcaldes ordinarios Hernando Gámez y
Diego de Ledesma.”
En
San Sebastián nació una de las voces más puras y genuinas que ha tenido la
poesía venezolana: Miguel Ramón Utrera.
Este hombre cuyos años finales de vida fueron un solitario y doloroso
camino al amparo de la artritis, obtuvo en 1981 el Premio Nacional de
Literatura. El maltrecho hombre, a veces maltratado por las ínfulas de una
intelectualidad exquisita que en más de una oportunidad lo tildó de “poeta
costumbrista”, sacudió con una inolvidable lección de dignidad al mohoso
ambiente literario nacional al aceptar el reconocimiento, pero rechazar el
dinero.
“No creo en los premios, en ningún
premio, creo que un mérito, cualquiera que sea, si es sólido no necesita
galardones, el mérito solo basta. A nadie se le eleva el mérito porque lo
premien o condecoren”
Pasos de
cristal
quiebran
por el prado
huellitas
de armiño
y musgos
plateados.
Corre el
arroyuelo
con pasos
de espanto:
—No huyas tan de prisa!—
gimen los
rebaños.
Aragua,
Utrera, San Sebastián de los Reyes, Cayito Aponte, Cagua, Amador Bendayán, Choroní,
Mario Abreu, Maracay, David Concepción, Villa de Cura, Lusi Pastori, Cata, Pilin
León, Turmero, César Girón, La
Encrucijada , Miguel Acosta Saignes, Ocumare de la Costa , Francisco Linares
Alcántara, Chuao, Joaquín Crespo, Camatagua, Santos Michelena, El Consejo, Lucas
Guillermo Castillo Lara, La
Victoria , José R. Núñez Tenorio, San Casimiro, Godofredo
González, San Mateo, Bob Abreu, Colonia Tovar, Salomón Rondón… Una trama de
sitios y personas que brillan hasta deslumbrar.
Aragua
es un caleidoscopio en el cual se van yuxtaponiendo modernidad, historia,
paisaje y emociones para que la ternura que rezuma la palabra del poeta Utrera
sea su crónica versificada
En la despierta orilla de la noche
volcó la
sombra su pesado sueño;
y el árbol
de la ausencia sus rumores
sobre la
grave soledad del pueblo.
© Alfredo
Cedeño
8 comentarios:
Utilizando tus palabras, la verdad que nunca quisiera terminaran tus tormentos, de una larga y amorosa cadena de recorrido por esta tierra , y mis ojos sigan deleitándose con tus hermosas imágenes, que sigan los tormentos.
Vilma
Hermosas imágenes donde desde el inigualable atardecer hasta las características ventanas me hacen recordar la tierra de mi amada madre,mujer aragueña que dejo en mi sembrados sus valores de amor por su pueblo, Venezuela sin palabras para poder describirla, cada lugar, cada rincón es absolutamente mágico y especial y gracias a la pluma del escritor y a su excelente fotografía podemos conocer cada pedacito a veces tan olvidados por todos de nuestro hermoso país. Excelente reportaje lleno de luz y espectaculares fotografías que como siempre nos llenan de cultura y amor por lo que tenemos.
Lola Rodriguez
Me encanta, te felicito. Buen trabajo!
Carlos Camargo
ERES EL ALFREDO DE SIEMPRE TAN PURO Y LIBRE AL ESCRIBIR ACERCA DE CUALQUIER TEMA. TU SABES QUE YO ME ENAMORÉ DE TUS LETRAS CUANDO ESTABAS EN EL DIARIO DE CARACAS Y YO EN SANTA ANA DE PARAGUANA ELEVABA ILUSIONES AL CIERLO EN LAS ALAS DE LOS VOLANTINES DE LOS NIÑOS PARTICIPANTES EN AQUELLOS FESTIVALES. TIEMPO TAMBIEN DE ENAMORARME DE LOS TEXTOS DE EVA RIERA, DE LAS MARAVILLAS DE NUESTRO MUY QUERIDO Y RECORDADO JESUS ROSAS MARCANO Y TANTOS SOÑADORES MAS...POR ESO NO ME SORPRENDE HOY TU AFECTO POR ESA ARAGUA TUYA POR NUESTRA VENEZUELA TAN DESASISTIDA EN ESTOS MOMENTOS EN CUANTO A LA PROYECCION DE SUS VALORES NATURALES. ANTE TAN RICA FOTOGRAFIA SOLO ME RESTA DECIR AMEN. MIGUEL BARRENO JATAR
que lindas imagenes que nos brindas, dan cuenta de la bella geografia y el modo de vida de las comunidades, gracias por contarnos sobre tu tierra y tu gente!
un gran abrazo
Maria A.
Cada domingo mi querido Alfredo.Me deleito con tus imagenes y lo que escribes sobre nuestra patria.Me siento orgullosa de ti de lo que haces con tu aporte. Muchas bendiciones y exito
PUI ÚI mi nombre es Henry.. ya publique un comentario de esas fotos hermosas que me traen muchos recuerdos... Podria escribir muchas cosas sobre ellas , algun dia te las envio...Recibe una abrazo.. Nada es casual
Gracias Maestro!! mil gracias por contagiarnos de ese amor tan lindo por Venezuela, nuestra patria, por recordarnos nuestras raíces. Y amor con amor se paga!! Gracias nuevamente. Lo comparto!!!
Zafira
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