entre las flores de cercano brillo,
entre las ranas que
semejan hojas
y cierran en la luz
sus ojos verdes,
vaga un humo tenaz; y
se oye que alguien dice:
"Las sombras
incendiaron el maíz".
Y a lo lejos ulula la
montaña de un dios.
Aquí el hombre ve el
año
como una lenta furia
de colinas,
donde el arbusto
esconde su fruto y su veneno.
…esta estrofa es de Vicente
Gerbasi, hijo de esta tierra de la cual muestro las fotos de esta entrega de
hoy: Carabobo, que para los venezolanos lleva un sello indeleble de coraje,
determinación y libertad. Fue en sus
territorios donde el 24 de junio de 1821 quedó sellada la independencia de
nuestro país al derrotar Bolívar las fuerzas realistas que comandaba el mariscal
español Miguel de la Torre.
Nuevamente debo
escribir la frase: podría llenar miles de páginas sobre la historia de este rincón
de mi país. Aunque ya en otras oportunidades lo he dicho, quiero refrescarles
que el territorio venezolano está
dividido en 24 regiones, de los cuales 23 corresponden a los llamados estados.
Hoy escribo sobre uno de ellos: Carabobo, ubicado en el centro- norte- costero
de Venezuela, en la
Región Central del país.
Cuando
los exploradores europeos llegaron a estos territorios, allí vivían diversas
naciones indígenas, Agustin Codazzi aseguró a fines del siglo XIX que estuvieron
allí los Tacarigua, Araguas, Meregotos, Ajaguas y Mucarias. Otros cronistas aseguran
que también estuvieron los Guamos, Guamonteyes, Jirajaras, Chiruas o Chirguas.
Tal
parece que el 24 de diciembre de 1547 el segoviano Juan de Villegas tomó
posesión de “la gran laguna que llaman Tacarihua”, como la describió fray Pedro
Simón en Noticias Historiales de
Venezuela. Este autor narra: “luego
que entraron en ellas, a hacer valientísimos hechos los españoles, por serlo
también los indios y, pareciéndole ser la tierra a propósito para poderse
sustentar un pueblo de españoles y para acabar de conquistar aquella gente y
pasar con las conquistas adelante a las de Caracas, con licencia que llevaba el
capitán para esto del gobernador, fundó en nombre del Rey un pueblo que llamó la Nueva Valencia.”
José
de Oviedo y Baños, autor de Historia de
la conquista y población de la
Provincia de Venezuela dejó allí asentado en 1723:
“Noticioso al mismo tiempo el Gobernador Villacinda de la abundancia de indios
que había en la comarca de la laguna de Tacarigua y la conveniencia que ofrecía
la hermosura y fertilidad de su terreno para poder poblar en ella una ciudad,
(…)nombrando por cabo a Alonso Díaz Moreno, vecino que entonces era de la Borburata , lo despachó
con orden de que poblase una ciudad en las cercanías de la laguna; diligencia en
que puso tanto cuidado Alonso Díaz, que aunque los indios procuraron estorbarla
a fuerza de sus armas, vencidos siempre y desbaratados por el valor de Alonso
Díaz, dieron lugar a que atravesada la
provincia y reconocido el mejor sitio, fundase el mismo año de cincuenta y
cinco la ciudad de la
Nueva Valencia del Rey.”
Peeeero…
el francés, oriundo de Tolouse, Louis Alfred Silvano Pratlong Bonicell Gal, el
muy recordado hermano Nectario María, quien tanto hizo por la recuperación y manejo
honesto de nuestras fuentes históricas, halló un documento en los archivos de la Real Academia de la Historia , de Madrid, bajo
el registro D-95 donde se lee: “Año 1553, el licenciado Alonso Arias de
Villacinda, siendo gobernador, pobló la Nueva Valencia ”.
Donde
no parece haber duda es en torno al primer emplazamiento que en los actuales
territorios carabobeños fundaron los europeos: el puerto de Borburata. Juan de
Villegas realizó el acto de poblar la muy pomposa Nuestra Señora de la Concepción de Borburata
el 24 de febrero de 1548. A
los pocos días, revela Torcuato Manzo Núñez en Historia del estado Carabobo, que de Villegas regresó a El Tocuyo,
para desde allí organizar la consolidación de dicha población.
Informa
Manzo que pasaron “más de 20 meses en los preparativos, y el 20 de noviembre de
1549 salió del Tocuyo Pedro Alvarez con 40 soldados, 5 mujeres y 70 indios a poblar
Borburata. Ya antes había mandado Juan de Villegas, gobernador interino de la provincia,
por muerte del titular Juan Pérez de Tolosa, a unos esclavos para hacer conucos
que aseguraran la alimentación de los que habían de llegar.”
Fin
de fines que ambas poblaciones se consolidaron. A manera de ejemplo les copio la
relación que escribiera Antonio Manzano en 1768, y que José Antonio de Armas Chitty
reproduce en Carabobo: tierra de meridianos:
“Además de las grandes ventajas que la ciudad de Valencia tiene a las otras de la Provincia , asi en lo
hermoso de su Laguna y las convenientes dichas, lo fecundo de sus tierras, la
produsión de todos frutos, es su temple muy saludable, su Cielo muy alegre, no
hay invierno, que moleste ni verano que fatigue, pues que desde el mes de
Noviembre comienza a soplar u viento Norte fresco, y alegre, dia y noche, hasta
el mes de Mayo que comienza a soplar el Sur, sin que uno, ni otro moleste.
Hasta fines del Siglo pasado, se sembraba mucho trigo, se cojía con abundancia;
pues habia molinos, de los que solo han quedado los vestigios, pues en donde
está la casa Polvora llaman la sabana del trigal; se divisan los surcos y están
las piedras; y en otros valles otras.”
Carabobo tiene una extensión territorial de 4650
km², que viene a representar el 0,5% del territorio venezolano, sin embargo los
registros demográficos del año 2011 arrojan una población de 2.365.665
habitantes, lo cual lo hace tercer estado más poblado de Venezuela.
Tierra
feraz y cuna de mujeres preciosas que se te enredan a la piel con la solera de la
carne firme que embriaga. Espacios cuajados de ritmo, altanería sabrosa y parajes
indescriptibles. Carabobo, donde nació Venezuela y mueren día a día las tristezas
en el bamboleo libre de una bandera que sigue agitándonos las ganas de seguir sonriendo…
© Alfredo Cedeño
3 comentarios:
Hola Alfredo,...¿ todo bien ? Así lo espero. Referencio el trabajo de hoy,a ése natural amor por la tierra venezolana,..sus lugares y sus ricas tradiciones,....todo entrelazado por interesantes aportes sobre la historia del lugar, y los hábitos de su gente. Es notorio en ti, el apego a la tierra, y ésa demostración es lo que hace mas brillante el trabajo. El mostrar con tanto cariño el inmenso collage de paisajes, sus bosques, sus aguas y sus cielos, sin renegar de los habitantes ancestrales, muy olvidados y denostado en el resto del continente sudamericano, pone una nota de color muy especial al trabajo tanto literario como fotográfico.Sangre caliente que le llaman. Que tengas un feliz domingo. .ELCRUZADO
Hermosos tu trabajo, como siempre, lo que dices y lo que muestras en esas increíbles imágenes.
Gracias por compartirlo.
Saludos!!
Beatriz
Maestro que fotos mas hermosas!! y gracias por ayudar a conocer cada día mas a nuestra Venezuela
Zafira
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