Contra las piedras quisieron partirme el corazón
pero siempre me retoñó en las orejas
con cada palabra que mi marido dejó en ellas.
Así llenamos de surcos mi cara,
fue como hicimos este barbecho de quereres
que me revienta por la orilla de la mirada.
© Alfredo Cedeño
1 comentario:
Que lindo¡
Amaia
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