De alas mínimas para rayar sobre la inmensidad
y con galopar de nubes que se acicalan en el lago
las penumbras se van escondiendo vertiginosas
al no saber encontrar cercas para la madrugada,
silueta cincelada en la esquina derecha del cielo
como sombra luminosa o vanidoso rayo lóbrego
y una pistola sedienta se lanza roja del bochorno
a construir cortos rubores al compás de la aurora.
© Alfredo Cedeño
3 comentarios:
Bello todo y lo que me pierdo por no despertar temprano a contemplar esos bellos rubores qie trae el dia,
Bello, que hermosa despertar con esa explosion de colores
Siempre, la oscuridad más profunda antecede al amanecer...
Ylleny Rodríguez
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