Berberiscos y cristianos escudriñaron con afán
los alfanjes bruñidos del sol hecho riquezas
la afilada tonalidad del retal de una hoja
el fosco escenario donde deslumbra el rayo
los delicados tajos de cuatro tallos gráciles
la delicada emboscada de un gesto efímero
el coqueteo salido de una margarita inerme
los pétalos enceguecedores de una flor
la luz del Caribe pavoneándose y humillando
el afán nunca consumado de cristianos y berberiscos.
© Alfredo Cedeño
1 comentario:
Que cantidad de adornos hermosos tiene una margarita vista con ojos de artista. Gracias
Maríu Ríos
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