Sábado
22 de febrero, 10 de la noche, y apenas estoy comenzando a escribir lo que
mañana estará en el blog, nunca me había costado tanto cumplir con este
compromiso adquirido a motus propio con el país para divulgar lo que somos, y
tratar de explicar mi enamoramiento absoluto por esta tierra donde tuve el
privilegio de nacer, así como por su gente, de la cual siempre he recibido amor
del bueno.
La
pregunta que desde ayer viernes me he venido haciendo, y la cual sigo sin
poderme responder, es ¿cómo demonios escribo de espaldas a lo que ahora nos
ocurre? ¿Juego al avestruz y entierro la cabeza? ¿Qué hago con el culo que me
quedará al aire? Seguramente cualquiera de los esbirros rojitos que ahora
campean por estos lares tratará de pateármelo, por eso es preferible plantar
cara y si me patean que sea de frente. Tal como han hecho con esas criaturas
que se han parado inermes frente a la arrogancia desbordada de quienes
pretenden ser la encarnación de una sociedad utópica e ideal. Han actuado, y
actúan, con la prepotencia del malandrín que se siente apoyado por la fuerza de
un arma en su mano; siguen actuando bajo la mirada cómplice y el silencio
cabrón de esa cofradía trasnacional que es la izquierda maniquea, y de entender
sesgado, incapaz de hablar pidiendo paz para esta tierra; pero si de manifestar su dogmático e incondicional apoyo a la masacre que en estos días hemos estado viviendo.
En
la primera página de su obra La
propaganda política Jean-Marie Domenech asienta: “Hitler, por su parte,
afirmó: `La propaganda nos permitió conservar el poder y nos dará la
posibilidad de conquistar el mundo´.”
Esa frase retrata a cabalidad lo que vive Venezuela ahora. Un grupo
enquistado en las instituciones a través de las mil maromas y triquiñuelas que
luego, ante la indiferencia de nosotros mismos y el deslumbramiento de los
extraños, han hecho lo inimaginable para, en nombre de una mojiganga a la que han bautizado Socialismo del Siglo
XXI, conducir al país a un barranco donde toda Venezuela se resiste a
caer.
¡Qué
no he visto y oído en todo este tiempo! Solo cuento dos casos. Escuché con
asombro en España a dos profesionales de la educación hablar con admiración del
“proceso”, porque nos hemos sabido enfrentar al imperialismo yanqui; y en Montpellier, Francia, durante el almuerzo de un congreso de
estudiosos de la literatura, un atildado doctor chileno me enrostraba la
legitimidad roja que había adquirido a través de diversos procesos electorales.
Todavía recuerdo la cara de muchos cuando les explicaba que el “caballero” –uso
el entrecomillado por referirme a esa prenda llamada Jorgé Rodríguez– que había
estado al frente del “autónomo” organismo electoral había pasado luego a ser el
vicepresidente de la república.
No
puedo dejar de preguntarme una y otra vez en inacabable reflexión, ¿cómo puede
haber gente amiga y querida que todavía guarda alguna simpatía por este
desastre en aras de una postura ideológica? ¿Qué puede justificar el uso
desmedido de fuerzas militares y bandas de delincuentes para arremeter contra
la población en general y con particular saña contra los jóvenes, y en especial
contra las mujeres? Con profunda tristeza veo las fotos de esas mujeres preciosas
que iban a ser las niñas Génesis Carmona y Geraldine Moreno, asesinadas en esta
semana. Y con indominable ira veo a nuestro presidente anunciando que en los
venideros carnavales se disfrazará de hombre araña.
Son
horas en las que siguen llegando (por vía de esa vorágine informativa que se
llama twitter) imágenes, datos,
testimonios de lo que está ocurriendo en Táchira, Mérida, Bolívar y Caracas. Lo
único que se me ocurre compartir con ustedes en este momento es, de Antonio
Arráiz, publicados en su poemario Parsimonia,
estos versos que ya en otra oportunidad cité acá mismo:
Amo los hombres
torpes, las mujeres confusas,
el pardo montón de
carne con sudor y con vicio,
el pueblo, que con sus
manos sucias,
escarba del suelo el
pan para la boca.
Amo la inmensa
Venezuela extendida en la noche.
© Alfredo Cedeño
4 comentarios:
Querido amigo Alfredo,...es dificil comentar tamañas aberraciones,...es dificil entender a aquellos que siguen apoyando a un régimen sanguinario y perverso,....Pero la tormenta pasará, el arco iris de la gloria se verá en toda Venezuela, y el sol de la dicha se hará presente. Animo y valor, y que luego, en la victoria, no le tiemble la mano al pueblo, que truene el escarmiento.Animo querido amigo. Sé por lo que estás pasando, mi país va en el mismo camino....Que Dios nos ilumine. Con el debido respeto, un fuerte abrazo a los hermanos Venezolanos Juan Angel Petta - Buenos Aires Argentina
Hola Alfredo nunca había sido tan parco tu escrito ,como hoy , lo entiendo por saber lo sensible que eres, Si las cosas no han estado nada fáciles, nunca jamas imaginé que pudiera ver un sadismo tan implacable ,en mi país ,nuestro país, el ensañamiento con los jóvenes, las mujeres y hasta con ancianos , consecuencia de un odio sembrado desde hace tiempo, y la burla de los representantes de esta farsa llamada gobierno.El tiempo de Dios es perfecto y ya les tocará a ellos recibir de su propia medicinas. Donde vayan serán señalados como lo que son: unas bestias .y a tu amigo el Argentino que se ponga pila y se mire en este espejo ,ya allá han pasado por dictaduras tambien.
buen dia alfredo hace 20 minutos venian corriendo muchos jovenes de bien,un coche retrocediendo choco contra mi cerca., se dispersaron y lo mas doloroso que vi como camionetas de la GNB les caian a tiros...esto nunca visto por aca,no dejan salir a los jovenes de estos lados...muchos disparos.
Felo, con el guarapo aguao te digo, que indignacion, y que caradura la peazo es ministra del MIJ que dijo que la bala de genesis carmona vino por la espalda.. De cajón, NO SE VOLTEO PARA ECHAR A CORRER¡ y todavia me insultan y me dicen bruta por twiter, esas personas estan encarnadas con el espiritu del maligno... hay que depurarlas...bendiciones y luz y amor para venezuela NO MAS REPRESION, NO MAS ODIO
Publicar un comentario