domingo, marzo 16, 2014

TRICOLOR

Sobre  el luto que no logra arroparla
encima de una noche larga y espesa 
arriba del agobio que busca ahogarla
más allá de una tiranía de poca cabeza:
ella se agita cargada de inocencia
y ondea sus eternas siete estrellas,
es añejo sentimiento tremolante
de una tierra infinita en su arrojo,
secular cataclismo de emperadores
que aquí perdieron cetros y coronas,
despejado heraldo siempre risueño
como los cantos de amor triunfante,
perfume acompañante de la protesta
y delirio embriagador para las almas,
fabricada con pura ilusión de jóvenes
mutadas barricadas que resisten feroces,
sencilla y limpia bandera venezolana
hecha mortaja de payasos dictadores.

© Alfredo Cedeño

1 comentario:

Anónimo dijo...


Mi querido amigo Alfredo,...imagino el dolor con el que has escrito este brillante poema,...dolor que nace del fondo de la incomprensiones, verdadera catarsis de impulsos contenidos,..reconocimiento a esa lucha ue hoy los envuelve. Amigo,..todo tiene un principio y tiene un fin. El fin ya se vislumbra entre manchas de sangre y humo de pólvora. Dios salve a Venezuela. Fuerza, todo llega. Un fuerte abrazo.
uan Angel Petta. Argentina

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