Para esa procesión de eslabones no habrá paz posible
sólo la resuelta vocación de volar en los ojos jóvenes
el derecho a querer encontrar libertad aun en la muerte
la quimera de la generosa rebelión sin recompensas
un sol de amaneceres dignos en una tierra devastada
la eterna irreverencia de una gente eternamente libre
el prodigioso encanto de saber que patria no es vacío.
© Alfredo Cedeño
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