Una noche de cielo estrellado me estrellé
en tu cara de ángel descuidado
con la estupidez pintada en mis ojos.
Otra tarde de encendido ocaso me caí
en tu boca de diabla regenerada
con mis manos disfrazadas de inocencia.
Una madrugada de firmamento oscuro rodé
en los arreboles de tus pantorrillas astutas
con todas las de perder en mi contra.
® Alfredo Cedeño
2 comentarios:
Me encanta, me encanta...
la picardía que hay en tus versos Alfredo. Besos.
Patricia Helena Velez R.
Ummmmm quisiera ser tú muza . Muy lindo .
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