domingo, marzo 11, 2012

PUEBLO YE´KWANA


Los Ye´kwana han deslumbrado a los científicos del mundo entero por muchas cosas. Por ejemplo: la perfecta réplica que hay del Universo en sus viviendas tradicionales, estableciendo en ellas los puntos cardinales con extremada perfección, así como la Vía Láctea. Todo ello sin la ayuda de instrumentos, sólo cuentan con elementos tradicionales que los ancianos han adquirido por vía oral, generación tras generación.

Distribuidos en sectores recónditos de nuestra Amazonía, son numerosos los lugares que se asocian con ellos. La Esmeralda, Cacurí y Tencua son algunos. En esta última, a orillas del río Ventuari y a siete horas de navegación desde San Juan de Manapiare, se condensa la actual situación de esta etnia. Sus habitantes conservan casi intactos un gran número de elementos de su cultura tradicional y, por otra parte, mantienen contacto con nuestra sociedad, lo cual aprovechan para realizar toda clase de intercambios económicos y culturales.


Sobre ellos y su muy vasta cultura se han escrito obras verídicas y otros les han difamado alegremente; fray Ramón Bueno, a comienzos del siglo pasado, los acusó de antropófagos, lo cual repitió más tarde Alejandro de Humboldt, quien no llegó a tener un contacto lo suficientemente extenso como para fundamentar tal aseveración. Sin embargo, así lo escribió y muchos lo siguen repitiendo.


Las últimas cifras oficiales hablan de una población Ye´kwana que ronda los siete millares de individuos, los cuales sobreviven en el territorio comprendido entre la margen derecha del Alto Orinoco y las partes bajas del Caura y el Ventuari. Al cotejar esa ubicación con las referencias etnohistóricas e investigaciones lingüísticas realizadas por numerosos científicos, se encuentra gran concordancia en cuanto a su emplazamiento. Es decir: se han mantenido en esos territorios desde tiempos inmemorables.


CARNE PARA EL CAUCHO
Si algunos rasgos son característicos de este pueblo son su alegría y la búsqueda de la libertad. De cuerpos robustos, rasgos pronunciados y maneras muy suaves, generalmente establecen sus comunidades a orillas de grandes ríos y rodeados de excelentes terrenos para la explotación de la yuca amarga.


Esto, tal vez, fue lo que hizo relativamente fácil para los explotadores de caucho y balatá el empleo de los Ye´kwana como mano de obra para su industria. Fue uno de los grupos humanos más diezmados durante esos días y de ello quedan manifestaciones orales. En las noches de tormenta, cuando las mujeres Ye´kwana ven los relámpagos dicen a sus hijos: "Yaranawi-chomo nëanto, Funes nëane" : Ahí vienen los criollos, ahí viene Funes, lo que hace a los niños esconderse aterrados.


Durante esos días, relatan los testimonios Ye´kwana, más de 20 poblados fueron arrasados. Algunos cálculos establecen una cifra superior a mil individuos sacrificados. De eso no dicen nada los textos de historia, sólo hablan que Funes mató más de 400 criollos, pero de los Ye´kwana, y de otros grupos étnicos afectados, no hay mención.


DESDE EL SIGLO XVIII EN LA HISTORIA
Ellos pertenecen, de acuerdo a su filiación lingüística, al grupo Caribe y siempre han fascinado a los que entran en contacto con su cultura. El primero de ellos, y quien les hizo ingresar en nuestra historia occidental contemporánea, fue el misionero jesuíta Manuel Román, en 1744.

Este sacerdote, en aquel año, realizó un viaje hacia el Alto Orinoco y descubrió la comunicación entre los ríos Orinoco y el Amazonas, a través del río Kashishiwari. Tal es el nombre dado por los Ye´kwana a tal cauce, pero tal vez por lo díficil para pronunciar Román bautizó en sus crónicas como Casiquiare. El jesuíta no sólo cambió el nombre del río, también lo hizo con los indígenas y fue quien usó por primera vez el denominativo Makiritare.

Otros términos con los que han sido conocidos han sido: Ihu-rúana, Kunuaná, Cunuana, Mayongcong, Majonggóng, Guayuncomo, Kununyangumú y Yayongomo, entre otros. El más usado ha sido Makiritare, denominación de procedencia Arawaka, lengua en la cual originalmente se decía: makidi-t-ari, que traduce: La gente de los ríos. Pero, el denominativo propio genealógico es Ye´kwana o De´kwana, lo cual podría traducirse por: pueblo de la curiara o pueblo navegante. En una traducción más rígida, en lo que a lo literal se refiere, su autodenominación sería: El Pueblo de la madera de agua.

MAGNIFICOS Y AUDACES
Después de Román, estuvieron entre ellos, en años sucesivos, Francisco de Bobadilla y Apolinar Díez de la Fuente. A este último se le vincula a uno de los más grandiosos proyectos que se hayan realizado en el Amazonas venezolano y en el cual jugaron rol protagónico los Ye´kwana. A fines del siglo XVIII se estableció una ruta terrestre-fluvial que iba, casi en línea recta, ¡desde La Esmeralda hasta Angostura! Más de 800 kilómetros de longitud. Esta vía evitaba el inmenso arco fluvial que significaba hacerlo por el Orinoco. Esto es, para citar al estudioso por excelencia del pueblo Ye´kwana, Daniel de Barandiarán: "...la concretización más impresionante, en la Historia de nuestra Amazonia, del esfuerzo increíble del pueblo Makiritare."


Quienes han recorrido esos lugares saben lo que significa un esfuerzo de ese calibre. Quienes han visto los caminos que hacen los Ye´kwana en medio de la selva, hacen suponer que los segmentos terrestres de este camino deben haber sido de cuatro a seis metros de ancho.

Los Ye´kwana, del mismo modo, son famosos por ser excelentes navegantes que conocen todas las Guayanas y el norte del Amazonas brasilero y a esto se une su proverbial habilidad comercial, llevando a algunos autores a calificarles como "Los Fenicios del Amazonas."

Sus curiaras, hechas con técnicas seculares, tienen merecida fama y las hay hasta de 20 metros de largo con capacidad de unas 10 toneladas de carga. En 1840 el alemán Robert Schomburgk encontró un grupo de navegantes Ye´kwana en el río Rupununi, los cuales iban hacia Georgetown. Hay referencias más tardías, del 1864, cuando el misionero W.H.Brett los encontró en la Guayana Británica.

SOMETIDOS A ESTUDIO
Luego de aquellos primeros cronistas se sucedieron muchas otras. No será hasta comienzos de este siglo cuando Theodor Koch-Grünberg realizó lo que podría considerarse el primer estudio etnográfico sobre ellos, dando inicio a una larga e ininterrumpida serie de trabajos de todo tipo.

Entre estos autores destacan Marc de Civrieux, cuyo aporte es considerado fundamental por muchos. Igualmente es considerada la antropóloga Nelly Arvelo, así como el norteamericano David M. Guss y finalmente Daniel de Barandiarán, cuyos polémicos y descarnados planteamientos han levantado más de una controversia en los medios antropológicos, sin restarle por ello méritos a su invalorable aporte al estudio de esta etnia.

Hoy, empezando el siglo XXI, los Ye´kwana, mantienen vigentes manifestaciones culturales de todo orden, las cuales se estructuraron a lo largo de siglos de evolución. Hoy no hay más caucheros, ahora hay autoridades arbitrarias que abusan de su rango y misioneros evangélicos que ejercen un supuesto apostolado, que ha traído más confusión que comunión. Estamos ya en un nuevo siglo, solemos embarcarnos en jornadas de solidaridad con nobles y muy justas causas, a menudo son atendidos llamados de ayuda de todo tipo. ¿Será que para ellos, los Ye´kwana, no habrá una oportunidad de vivir dignamente, como les corresponde?

© Alfredo Cedeño

1 comentario:

Gastón Segura dijo...

Gente heroica, Alfredo

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