martes, julio 17, 2012

ALEJANDRÍA


 Su mezquindad llegó a los niveles de su miopía
y dejó que el agua acabara con sus propias joyas,
libros que la vida le puso en las manos,
también acabó con tesoros ajenos
dejando caer a un pozo una factoría de imágenes,
y con sus cascos de mula desentonada
los echó al depósito de sus propias lástimas.

© Alfredo Cedeño

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada vez que te leo quedo satisfecha... me ha gustado Alfredo, mi admiración, besitos.

Nuria de Espinosa

Anónimo dijo...

Me ha gustado Alfredo en cualquiera de las interpretaciones que se le puede dar que son varias. La foto superimpactante. Un abrazo.

Amaia Villa

Anónimo dijo...

Alfredo, un placer leerte, no se si alcanzo a interpretar su sentido pero me quedo con las imagenes poeticas que son excelentes. El maestro Borges decia algo asi como: un poema puede no tener sentido y sin embargo ser bueno, lo que importa son la candencia y la imagen poetica ("dejando caer a un pozo una factoría de imágenes", qui esta todo eso y por supuesto va mi favorito! un abrazo

Maria A. Mónaco

Anónimo dijo...

¡Qué bien escrito está, Alfredo! Parece que ya no se escriben más comentarios...

Un abrazo.

Martha Alicia Lombardelli

Anónimo dijo...

Me pusiste a recordar y revisar la historia Alfredo, saludos.

Muy bueno. Buen acompañamiento con la imagen.

Abrazos y Dios te bendiga.

Rodolfo de Jesús Chávez Mercado

Anónimo dijo...

Alfredo buenas letras, gracias por compartir, abrazo

Enrique Pilozo Campuzano

Anónimo dijo...

Cosa que ocurre demasiadas veces. Me gustó. Saludos

Antonia María Carrascal

Anónimo dijo...

Las imperfecciones de la imagen te invitan a analizarla, es muy sugerente y provocadora, me encantó. El poema impecable, cada verso una sentencia, como siempre, algo redondo. La naturaleza es sabia, pero no desigual para los desiguales, ruge fuerte! Abrazos.

Soraya Villal

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