Entró triunfal con repiques de orgasmos
ganándose el cielo de mi Caracas,
y dejó al pairo los cortos mechones
de la torva envidia de saeta desatinada,
mientras las tenebrosas siluetas al acecho
amparaban a los amantes entre sus paredes.
© Alfredo Cedeño
2 comentarios:
Muy sensual esa llegada y la foto muy sugestiva.
Maríu Ríos
Todos los sentidos promuevan ese poema que nos dejas hoy-
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