Breves como amor de computadora llegaron tres besos
a dislocar sus votos de decencia y fiel ama de casa
que veía languidecer sus ganas y sus aires vitales.
Veloces como parpadeo de aves que van emigrando
llegan al salón del olvido sus dolores humillantes
y sus manos se abren para follarse ávida al planeta.
Ágiles como un rayo de luna espejeando en los lagos
pasan sus dedos de hembra hambrienta a consagrarse
en la espalda del mancebo que aplacará sus hambres.
® Alfredo Cedeño
No hay comentarios.:
Publicar un comentario