La nube de controladores no puede controlar el talento
que brilla cristalino entre luceros a lo largo del Caribe.
Censores, comisarios y quemadores de herejes
que tratan de imponer en vano cadenas ya rotas.
En La Habana el tiempo se detuvo y no se supo cuando
la gente se despide y las miradas dicen todo y nada.
® Alfredo Cedeño
2 comentarios:
Las miradas quisieran irse a cualquier destino libre!!!!
Que talentoso eres!!
Muy bien. Justo allí donde el tiempo se detuvo y se mueve sólo para retroceder.
Ylleny Rodríguez
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