Escribo
hoy para tratar de explicar a algunos amigos en el extranjero que me escriben a
menudo pidiéndome les explique cuál es el “follón que cargáis contra vuestro
presidente, que bien que se ha ganado su
puesto con votos”; así como a otros del patio que, aunque no se crea, todavía le otorgan el beneficio de la duda a esta pandilla inescrupulosa que ejerce el poder en estos días. Y empieza el galimatías ya que muchos creen que les tomo el
pelo cuando empiezo a enumerarles cosas que van desde la incertidumbre
existente sobre el lugar de nacimiento del primer mandatario hasta las enormes dudas alrededor de su
“triunfo” en elecciones del año pasado.
Tratar
de explicar con claridad cualquier tema en estos momentos en Venezuela es labor
casi imposible, porque si algo ha caracterizado al actual régimen y al del
difunto que lo antecedió es la absoluta opacidad que en todas sus actuaciones
ha estado siempre presente. Desde el
mismo inicio del “proceso bolivariano” la falta de transparencia ha sido una
constante que no los ha abandonado. Uno de los primeros escándalos que hubo fue
el llamado PLAN BOLÍVAR 2000.
Recién llegado
a Miraflores Chávez lanzó el citado plan y pudimos ver soldados que lo mismo arreglaban
ranchos que vendían pollo y caraotas; ese programa duró más de tres años y
terminó cuando ya no fue posible ocultar más el robo descarado a través de
cheques postdatados y facturas enmendadas. Los generales Melvin López Hidalgo y
Manuel Rosendo, ahora devenido en furibundo opositor, fueron señalados y la Contraloría General
de la República
generó informes donde determinó varios ilícitos. En aquellos días Chávez salió
en defensa de Rosendo y otros diciendo: “A lo mejor es una falta administrativa
que requiere una multa (...) pero no es para prender el ventilador”.
Se
calcula que sólo del año 1999 al 2003, se acumularon 13 mil denuncias por
corrupción administrativa. No en balde Venezuela es hoy el país más corrupto de
América Latina, de acuerdo al índice de percepción de Corrupción de
Transparencia Internacional. Vale la pena recordar que en el 2001 estábamos en
el puesto 69 entre los 91 países analizados; al pasar 11 años, en evaluación
del 2012, Venezuela ocupaba el 165 de un total de 174 países estudiados. Otro
organismo internacional, el Banco Mundial y sus índices de gobernabilidad,
cataloga a Venezuela como el segundo país con peor control de la corrupción, apenas
nos supera Haití.
Para
muchos estas cifras pueden parecer exageradas, pero si hacemos algunas cuentas
veremos que más bien pueden quedarse cortas. En 1999 existían 16 ministerios, en
el 2013 eran 36, un incremento de 125%. En 1999 el Estado tenía 900.000
empleados públicos hoy son 2.300.00, aumento de 155%. En 1999 el precio del
petróleo era de US$10.57 por barril, hoy día está por encima de los 90 dólares.
En 1999 la producción petrolera era de 3.480 millones de barriles diarios, hoy
está cerca de 2.357, lo que implica una disminución de 32.27 %. En 1999 la
nomina PDVSA tenía 40.000 empleados, hoy tiene 120.000, es decir subió un 300%.
Todos
estos datos y cifras son de las pocas que se logran obtener de manera casi
fortuita ya que, insisto, no es política del estado venezolano suministrar
informaciones precisas al respecto. En ese sentido, para señalar una de las
aristas más polémicas en estos tiempos es todo lo que tiene que ver con la
participación de Cuba y su gobierno en cuestiones domesticas venezolanas lo cual
está cubierto con un manto de misterio
que hace impenetrable todo dato al respecto. Sin embargo, hay algunas informaciones que nos permiten
inferir u obtener algunas cifras dignas de mencionar.
La
punta de lanza de entrada de los cubanos a Venezuela fue la asistencia de
entrenadores deportivos y de supuestos médicos para fortalecer la red de salud
pública nacional. Los pormenores de dichos acuerdos han sido poco diáfanos,
pero sin embargo es común oír diferentes rumores respecto a la fuga de los profesionales
antillanos de la salud que han desertado. Basta colocar en el buscador de
Google: “deserción de médicos cubanos en Venezuela”, para que salgan cerca de
164.000 resultados que informan al respecto.
Se
calcula que alrededor de 210 mil cubanos han pasado por Venezuela hasta 2012 en
el marco de la alianza que Chávez estableció con Cuba mediante convenios. El
general retirado Antonio Rivero estima que de los cubanos que han pasado por el
país, unos 8.200 han desertado y emigrado a otros países. Rivero explicaba en entrevista con un diario
venezolano que los primeros datos que recogió sobre la injerencia cubana en
Venezuela la obtuvo de varios cubanos a los que conoció en Miraflores y quienes
trabajaban en la Sala
Situacional , y de los cuales tres desertaron. Según Rivero, estos isleños le relataron que
el principal enlace y estratega en materia de seguridad fue Ramiro Valdez, quien
asegura fue el principal estratega de toda la operación de alianza entre Cuba y
Venezuela.
Rivero
informó que la penetración de cubanos en Venezuela comenzó antes de llegar
Chávez a la presidencia y que en 1998 llegaron 19 consejeros cubanos para
asesorar al entonces candidato presidencial; abunda Rivero que en breve la
cantidad de asesores llegó a 138. Al
comienzo instalaron tres empresas encubiertas manejadas por el G2 cubano, dos
de las cuales fueron registradas en Nueva Esparta en 1999 dedicadas a la
importación de medicinas y otra registrada en Caracas dedicada a la importación
de software.
A
comienzo del año 2000 a
raíz del deslave de Vargas hay un gran salto en cubanos enviados y llegan a
1.600, los cuales arribaron acá como apoyo por la situación de las lluvias. En
el propio 2000 se firma el convenio Cuba-Venezuela y ese año entran al país
7.200 cubanos. Un informe publicado por el diario El Universal sobre ese
convenio revelaba que el mismo costaría a la Nación mil millones de dólares. De 2004 a 2007 la presencia de cubanos en
Venezuela aumenta entre 14 mil y 18 mil ciudadanos cubanos anualmente. En 2008, reveló el ya citado general, se
estableció el "Grupo de Cooperación Estratégica" dirigido por un
general de las Fuerzas Armadas de Cuba para asesorar la nueva organización de la FAN y revisión de los nuevos
planes operacionales de acuerdo a la nueva doctrina militar. A partir de allí
los Ministros de la Defensa
cuentan permanentemente con un general cubano como asesor; y se estableció una
unidad militar cubana de entre 200 y 300 efectivos con sede en Fuerte Tiuna que
operan en las diversas áreas.
Algunas
cifras que han podido colectar los medios de comunicación han establecido el
siguiente flujo de cubanos en diferentes áreas nacionales: a Salud han llegado
30.500; educación: 7.800; deportes: 5.900; agricultura y cría: 5.400; interior
y justicia: 5.300; energía eléctrica: 4.700; vivienda: 3.800; seguridad y
defensa: 5.800; petróleo: 3.700; comunicaciones: 2.400; cultura: 1.700; entre
otros rubros. En cuanto a la cifra de personal sanitario en el país quiero
recordar una inusual rueda de prensa del 22 octubre de 2010, que dio el
embajador de Cuba en Caracas, Rogelio Polanco, donde indicó que en Venezuela
había “40 mil cooperantes, 30 mil de ellos prestando servicios como médicos”.
Otra
área sensible de la cual se ha hablado mucho es sobre la injerencia cubana en
lo que tiene que ver con el manejo de los Registros y Notarías Públicas
venezolanas; tema sobre el que tampoco ha habido claridad; pero al revisar los
archivos hemerográficos se pueden hallar algunos datos. Hace casi 8 años, el jueves 30 de marzo de
2006, El Universal publicó una nota de la periodista Sara Carolina Díaz donde
se revelaba que “el Sistema de Registros y Notarías estará a cargo de una
empresa cubana y será ejecutada por un monto de 35 millardos de bolívares (un
poco más de 16 millones de dólares). La contratista cubana Copextel S.A, que se
encargará de la modificación del sistema, no formó parte de un proceso de
licitación porque se trata de un convenio integral establecido en el año 2000
entre Venezuela y Cuba y que se concretó el año pasado con un acuerdo de
colaboración entre el Ministerio del Interior y Justicia de Venezuela y el
Ministerio de Informática de Cuba.” En esa oportunidad la periodista de El
Universal informó que el entonces Ministro del Interior y Justicia, Jesse
Chacón, explicó durante visita a la
Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional
que ya comenzaron a trabajar, junto con la empresa cubana, en la “modernización
del sistema de registros y notarías”.
Para
finalizar quiero citar lo que corresponde al sistema de identificación
venezolano, organismo que emite las cédulas de identidad y los pasaportes
venezolanos, y que fue responsabilidad de José Lavandero García, vicerrector de
la Universidad
de Ciencias Informáticas de Cuba, quien fue subordinado del ya mentado Ramiro
Valdés. El antillano revisó cinco
borradores y dio el visto bueno al
proyecto definitivo para la constitución del organismo. La última
versión, del 4 de agosto de 2006, reveló reportaje del diario El Nacional,
tiene un casillero que corrobora su nivel de influencia: “Aprobado por José
Lavandero”.
Ese
proyecto aprobado por Lavandero no dejó escapar detalle, son 218 páginas
encabezadas por el logo de Albet Ingeniería y Sistemas, compañía que vende los
programas informáticos elaborados por los estudiantes de la UCI y la cual se ha convertido
en un contratista privilegiado del gobierno venezolano en el área del software.
El documento señala que el SAIME –que sustituyó a la ONIDEX – debía contribuir a
la consolidación de la denominada “Nueva Estrategia Electoral”, un objetivo
trazado por Chávez en 2005 en el plan de la “Nueva Etapa de la Revolución Bolivariana ”. La propuesta de Lavandero especificó hasta
las escalas salariales para los funcionarios, y cómo debía funcionar cada área:
los objetivos y valores, el organigrama, el perfil de los cargos, la
planificación económica, la gestión de recursos humanos, los manuales e
instrucciones de procedimientos, relaciones con otros entes de la
administración pública y los nuevos proyectos tecnológicos.
En cuanto a la
firma Albet, es necesario recordar que en 2007 el Ministerio de Interior y
Justicia suscribió con esa empresa el contrato para la elaboración de la cédula
electrónica por 172 millones de dólares. El ingeniero Anthony Daquin, ex asesor
del Ministerio de Interior y ahora exiliado en Estados Unidos, porque asevera
haber sido perseguido por cuestionar la injerencia cubana en asuntos
estratégicos venezolanos, explicó: “Fue el primer cubano [Lavandero] con el que
me reuní en 2001. Estaba interesado en saber cómo eran nuestros registros, qué
era un registro principal, secundario, de identidad. Quería saber qué sistemas
necesitaba manejar”. Tras la experiencia de las reuniones con Lavandero durante
año y medio, afirma que el citado personaje es un hombre de confianza de Ramiro
Valdés y asevera que es el responsable del G2 en Venezuela.
Como
escribí al comienzo la transparencia no ha sido precisamente lo que ha
distinguido a las administraciones rojichavistas, por ello es que no se pueden
constatar en archivos oficiales, que deberían ser de acceso público, gracias a
lo cual, en esta oportunidad no se pueden aportar mayores pruebas de la
injerencia cubana en Venezuela. Los rumores, muchas veces generados por los
mismos paisanos de Fidel, según el análisis de diferentes observadores, son
infinitos, hoy toqué apenas algunos hechos concretos de los cuales se ha obtenido
información gracias a los medios de comunicación.
Estos
trazos permiten entender por qué las más voceadas consignas, en todas
las protestas que a diario ocurren en todo el país, son las que exigen la
salida de los asesores y funcionarios cubanos de Venezuela. Lejos quedaron aquellos tiempos en que toda
Venezuela se volcó a brindar apoyo a la guerrilla cubana en el año 58, cuando
la célebre campaña de “Un bolívar para Cuba” hizo que fluyera un verdadero río
de plata desde acá hasta Sierra Maestra. Hoy lo que no deja de haber es la
voluntad terca e indoblegable de un país que no se amilana ante la represión
bruta y simple de un régimen que ya ni las apariencias de legalidad guarda.
Estamos ante un parto que, como todos ellos, no deja de ser doloroso donde nos
toca pujar sostenidamente y a solas. Nadie estará con nosotros en este trance.
Me resultó muy triste que un querido amigo desde España me respondiera “ni
tengo ningún bozal idealógico (sic.) salvo el de mis creencias políticas que,
eso sí, están más cerca de la clase obrera que de la burguesa;”. Para él ha
sido más cómodo aceptar los clichés de la propaganda oficial venezolana que
siquiera hacer el esfuerzo de tratar de entender por qué hay una larga lista de
venezolanos muertos a manos de los representantes gubernamentales. Estamos
solos, e íngrimos saldremos de esta ordalía de sangre y fuego que nos acogota
desde hace más de cuarenta días.
© Alfredo Cedeño
6 comentarios:
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Lo comparto Alfredo. Excelente dolor-reportaje.
Ylleny Rodríguez
Waooooo Alfredo.
Se me aguaron los ojos, se me arrugo el corazón y me dio una punzada en el estómago.
Seguir corroborando lo desangrado que tienen a nuestro país, recordar eventos, tal vez dormidos en el pasado. Me hace sentir un agudo dolor en el alma.
Mil gracias por refrescarnos tanta información, con cifras que tal vez como dices son mas. Pero estas lecturas nos dan mas fuerza para seguir de pie y nunca arrodillarnos. Debemos rescatar a nuestro pueblo. No hay vuelta atrás.
Excelentes imágenes.
Mil gracias de nuevo y feliz domingo.
Hortencia Ruiz
Tremendo inventario y colección. Gracias. Hay algunas de antología.
Alejandro Moreno
Excelentes textos y excelentes fotografías. Felicitaciones por esa labor.
no comprendo el tiempo y prontitud en el pronunciamiento de la HAYA, en cuanto a la caza de ballenas en JAPON,,,,y no admite ni mucho menos se pronuncia sobre LA CAZA Y MUERTE DE SERES HUMANOS JOVENES DE VENEZUELA..que lujuria.
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