Sentí que la noche se me quebraba en el cuello
cuando aquella fiera me lanzó la manotada
y su juramento de hacer un candil con mi pellejo,
por un verso escrito a la vecina del piso ocho
que encontró en mi camisa presto a entregarse,
y mis libros rodaron escaleras abajo
y mi ropa saltaron por reja y ventanas
y fui seguido por vasos, cuchillos, tazas y platos
y mi amadísima madre fue la advocación
para prometer en medio de un escándalo de gañanía
que me dejaría a rastras y desmembrado.
® Alfredo Cedeño
2 comentarios:
En Fuga?????? Amigo, cuidado a donde se mete y con quien, la próxima vez no saldrá vivo.
Buenísimo!
Ch.
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