Voy donde el zapatero, dos esquinas después de mi edificio,
y en calma me recibe con una sonrisa triste y un vasito de té,
el sabor se me riega dulce y ligeramente amargo por la boca
descargándome una batería de recuerdos adentro del pellejo.
Le pregunto por su bebedizo y en silencio se va a la trastienda
y regresa con una lata que alguna vez tuvo algunos colores
en la que se ven abundantes las hebras gruesas y cortas
también me asalta su perfume con un bouquet de campiña.
Mi condición genética de averiguador e impertinente se suelta
el anciano, con nueva pero secular sonrisa triste sólo dice: Beirut
como quien deja escapar una lágrima que no se aguanta más
como quien llama a la esperanza con el último soplo de viento.
La avenida Casanova me angosta en la memoria una romería
que me hace revivir una tarde en el paseo de La Corniche
con niños saltando felices alrededor de su inocencia trunca
y viejos como este abuelo fumando sus pipas de cuentos y hadas.
La sonrisa triste y amarilla en media luna del viejo zapatero
me refresca tres atardeceres preciosos en la Gruta de las Palomas
con ese aroma que sólo el Mediterráneo puede regalarle al alma
y que guardo entre los momentos más queridos de mi puta vida.
Retomo la calle con un recibo en la mano y los ojos del abuelo atrás
con su gesto de esperanzas que no mutilan los misiles ni los dragones
y el sabor del te que me llena los recuerdos de la dulce amargura
en mi ciudad que siempre sabe acorralar a la derrota y las retiradas.
© Alfredo Cedeño
4 comentarios:
Le felicito...excelentes imágenes. Mucha nostalgia. Ch.
Sí..... mucha nostalgía de grandes recuerdos y lindos sitios de un pasado que quizás no volverá, (para ambos).
¡Hermoso!
Mi condición genética de averiguador e impertinente....
EXCELENTE DESCRIPCION!!!!!!
Calles de Caracas..........
En el transcurrir de los días en tu amada caracas
En el caminar por lo largo y ancho de la muy conocida avenida Casanova
Sueles visitar a los personajes que a tu paso encuentras
Compartiendo con alguno que otro, vivencias
que te llevan a remontar episodios del pasado, tristezas compartidas, alegrías vividas, que nunca volverán
Solo te queda compartirlas, evocarlas, quedando así prendidas en tu memoria y en tu corazón
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